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Rick Day |
Si algo es cierto es que nadie aprende por las experiencias ajenas ni por los consejos de las vivencias de otros y, por mucho que lo deseemos, no podemos proteger a nuestros allegados de la enseñanza que otorga levantarse después de cada caída.
La sexualidad y las diferentes infecciones a las que estamos expuestos
por practicar sexo sin protección, es un tema alarmante pero tal vez debido a una
constante información, hemos creado una especie de muro que se ha acostumbrado
a ella y no muestra respeto ni se escandaliza por las posibles afecciones que
nuestro cuerpo pueda padecer por este mismo tema.
Cada día es más fácil ubicar a los jóvenes en las farmacias adquiriendo
preservativos, significa que ahora hay más jóvenes protegiéndose en el acto
sexual. Si lo van a hacer entonces que por lo menos se protejan de alguna
manera.
He visto una constante es los nacidos después de 1990: se inician a temprana edad en las relaciones sexuales, basan su relaciones en el poder adquisitivo y, en consecuencia, sus relaciones sentimentales son efímeras y carentes de profundidad, eso a lo que nosotros los mayores llamamos conexión.
La “culpa luego del orgasmo”, es lo que llega luego de “acabar”, parece
que allí sí recuerdan de toda la lista con detalles de cada infección de
transmisión sexual junto con los síntomas. También parece que todo el mundo
ignora que el VIH puede estar en tu organismo por años antes de manifestarse en
tus pruebas que siguen dando negativas hasta el día de hoy.
La sociedad no es la misma, algunas cosas han cambiado para mejor y
otras sólo da vergüenza decirlas.
Busca contar con la suficiente información y respeto por tu cuerpo como para exponerlo a daños permanentes por unos instantes de placer… usa condón y despreocúpate.