Rick Day |
Desde cuestionar nuestra hombría, menospreciarnos en la cama por nuestro
tamaño del pene o técnica para usarlo (por supuesto que hablo de hombres
héteros), pasando por lo mal que hablan de nosotros cuando terminamos una
relación (de pareja o amistad) y llegar hasta los golpes cuando se sienten
ofendidos sólo por mencionar algunos niveles de descaro que han alcanzado.
¿Por qué no nos dejan defendernos y expresarnos? ¿Por qué los
sentimientos del hombre no valen? Tal vez es nuestra culpa por querer ser
siempre caballeros y esto les ha dado a entender que se merecen todo sin nada a
cambio.
Es decir que debemos dejarnos golpear y humillar simplemente porque si
nos defendemos no somos hombres. Como hombre, también merezco ser respetado. Si
somos iguales entonces el respeto se gana.
Si me respetas, te respetaré; si hablas de mí, hablaré de ti; si me golpeas, te golpearé ¿todavía quieres ser igual a mí?