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| Rick Day |
Noviembre es el mes de celebrarnos a nosotros mismos, de recordar lo que significa ser hombre en su forma más plena. El Día Internacional del Hombre (DIH), que se celebra cada 19 de noviembre, nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad, bienestar y las contribuciones positivas que hacemos en la sociedad. Aunque a veces pasamos desapercibidos, este día es nuestra oportunidad para recordar lo mucho que aportamos, no solo como individuos, sino también como colectivo.
El DIH nació en 1999, promovido por Trinidad y Tobago, y se ha extendido alrededor del mundo para visibilizar no solo las luchas, sino también las victorias de los hombres en diferentes ámbitos de la vida. Es un día para enfocarnos en el bienestar físico, mental y emocional de los hombres. Hombres como nosotros, que a menudo enfrentamos presiones sociales, pero también buscamos un espacio para hablar abiertamente sobre nuestra salud, nuestras emociones y nuestro lugar en la sociedad. El DIH busca mejorar las relaciones de género y promover la igualdad, sin olvidar los desafíos específicos que enfrentamos.
Un símbolo importante de noviembre es el movimiento Movember, una campaña que nace de la contracción de “moustache” y “november”. Esta iniciativa nos anima a dejar crecer el bigote durante este mes para crear conciencia sobre la salud masculina, como el cáncer de próstata y testículos, así como la depresión masculina. A través de algo tan simple como un bigote, nos unimos en solidaridad y visibilidad sobre temas que, a menudo, se quedan en las sombras. Nos recuerda que el autocuidado y la salud deben ser prioridades en nuestra vida, no solo en noviembre, sino durante todo el año.
Es fácil pasar por alto las celebraciones que se nos dedican, en un mundo donde tantas voces luchan por ser escuchadas. Pero, este mes, debemos tomar un momento para reconocer el esfuerzo de aquellos hombres que destacan por su integridad, inteligencia y autenticidad. Ser hombre no es solo cumplir con expectativas externas, sino celebrarnos por quienes somos realmente: fuertes, apasionados, y conscientes de nuestras responsabilidades hacia nosotros mismos y los demás.
Este noviembre, recordemos que, al igual que nuestras contribuciones, nuestra salud y bienestar también merecen ser celebrados. Es el momento perfecto para dejarnos llevar por la celebración de lo que somos, con orgullo y sin reservas. ¡Felicidades a todos los hombres que viven con valentía, pasión y autenticidad!
