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| Rick Day |
¡Ya deja de perder el tiempo! El instante vivido es irrepetible. Aunque el sol salga cada mañana, ya no es el mismo día.
Este lunes no es igual al de la semana anterior, ni el día 15 de hace un mes. El tiempo corre sin mirar su paso, no pregunta ni se conduele, no espera por nadie, no es prudente, no se apresura ni disminuye su marcha, no tiene contemplación.
Los momentos son efímeros, de eso estoy seguro, pero siempre deberían dejar un aprendizaje. ¿Sirve de algo vivir esperando? Algunos tienen la falsa creencia de poseer todo el tiempo del mundo, porque su marcha es tan constante, segura y perfecta que no lo ven pasar. Cada día, semana, mes y año lo miran como uno más. Se consumen en sus pensamientos buscando lo que anhelan mientras la vida madura y se pudre ante sus ojos.
Esperan por algo que no saben cuándo llegará, o si algún día ciertamente lo hará. Desean lo que no pueden controlar. Viven por un sentimiento que depende de alguien más. Tal vez logren conseguir aquello que anhelan para comprender que no es lo que necesitan.
Despierta tu espíritu y vive el momento porque no volverá, busca el amor sincero y refúgiate en sus brazos, rodéate de la felicidad honesta, esa que no tiene interés alguno más que verte sonreír. Deja el miedo atrás, nadie verá tu sacrificio por la paz ajena.
