Aguanta más penetrando

Rick Day
Aunque los gays estamos siendo reconocidos como mejores en el sexo que las parejas heterosexuales, no escapamos a los inconvenientes en la cama.

La eyaculación precoz es un problema que afecta a un 30% de la población masculina, comúnmente cuando son jóvenes e inexpertos.

La causa de esta situación obedece a la forma en la que somos introducidos en el sexo mediante la masturbación. Se nos recrimina por ella y se nos hace sentir culpables por practicarla.

La masturbación es el entrenamiento para el sexo en la juventud, se utiliza para satisfacer las necesidades sexuales cuando no estamos lo suficiente maduros para tener una pareja. Por lo general se practica a escondidas en el baño y esto hace que la ejecutemos de manera apresurada.

El cuerpo es adaptable a todo lo que con frecuencia practiquemos. Como el ejercicio, los primeros días nos duelen los músculos pero luego deja de suceder. La masturbación rápida le dice que debe alcanzar el orgasmo a una velocidad acelerada y por ello se refleja al momento de tener a tu hombre al lado.

La ansiedad es otro factor. Un hombre deseoso de llegar al orgasmo no mide el tiempo que utiliza para lograrlo. Añádele el hecho de que el ano es mucho más estrecho que otros orificios, lo que hace que la fricción sea mucho más grande y el placer se incremente.

Hacer que el cuerpo se acostumbre a tomarse el tiempo para llegar al clímax puede ser una tarea difícil. Comienza por masturbarte suave y calmadamente, cuando sientas que vas a acabar simplemente detente y acaricia otras zonas, haz esto unas cinco veces antes de eyacular.

Hay algunas cosas que debes evitar como la pornografía, esta buscará excitarte al máximo para llevarte al orgasmo, la idea es que no pase. Utiliza tu imaginación para excitarte.

El condón también es un aliado, al disminuir el roce en tu frenillo te puede ayudar a bajar la intensidad de la excitación, recuerda utilizar mucho lubricante.

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